Diezmo: Enrriquecimiento ilicito
Un enriquecimiento ilícito
Por Mario Rodríguez Bernier
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.(Malaquías3:8-10).
Este pasaje de Malaquías es el texto bíblico favorito de muchos líderes y el texto o más bien el tema mayor enseñado entre los creyentes seguidores de Cristo. Pregúntele a un seguidor de Jesús que es la gracia y lo más seguro es que dudará y muchos no le sabrá contestar de forma correcta pero pregúntele sobre el diezmo y le recitará fielmente toda una parafernalia de ideas erradas sembradas hasta lo más profundo de sus tuétanos.
Esta práctica ha sido enseñada por muchos líderes religiosos durante años, más que cualquier otra doctrina. Es más, me atrevería a decir que es la única doctrina que la mayoría de los cristianos creen a la perfección y en cambio son ignorantes de las doctrinas básicas y/o las enseñanzas de Jesús.
Si usted ha pasado algún tiempo en la iglesia cristiana moderna, debe haber escuchado es versículo bíblico tronar muchas veces en sus oídos. Pero veamos algunas argumentaciones que acompañan al pasaje:
Dios ordena a ustedes el ser fieles y esto comienza con su diezmo, deben darlo fielmente en su iglesia. Repitamos juntos el Credo del diezmador:
El diezmo es del Señor. En verdad lo aprendimos. En fe lo creemos. En gozo lo damos. ¡Sus diezmos y ofrendas son necesarias para que la obra de Dios continúe! (La "obra de Dios", por supuesto, quiere decir poner este dinero en las manos del líder religioso bajo la cortina de humo que es para que el evangelio pueda ser predicado y extendido)
Como resultado de esta presión y manipulación usted es llevado como un borreguito a darle al líder religioso el diez por ciento de sus ingresos económicos y poner parte de su patrimonio, supuestamente, para la obra de Dios. Usted cree que con esto agrada a Dios y si no lo hace Dios no lo va bendecir y es posible que le abra la puerta a algunas maldiciones que podrán generar ruina si usted no lo hace. La cosa puede tener tal consecuencia que hasta su suegra se le puede ir a vivir a su casa si no diezma.
Pero lo terrible del caso es que encontramos más apoyo en la biblia para el asesinato de ancianos que para la doctrina del diezmo. De hecho cualquier cristiano de a pie debería darse cuenta con solo un vistazo a su nuevo testamento que esta práctica no aparece para nada en la iglesia neotestamentaria pero están tan embebidos y tan atontados que cualquier argumento que uno le presente le servirá solo para indigestarse, por lo que mi concejo es que se tome una sal de frutas porque yo seguiré afirmando lo mismo, que los ladrones y pillos son precisamente aquellos que toman su dinero de forma ilícita y que solo servirá para JUICIO y RUINA ESPIRITUAL del que lo recibe. Solo una persona con el entendimiento entenebrecido puede recibir algo que Dios no ha autorizado.
Aunque reciba un salario derivado de ese diezmo eso no lo exonera de su responsabilidad en el fraude. Este, el sueldo pastoral tampoco tiene respaldo alguno en el Nuevo Testamento. Los ancianos (pastores) del primer siglo nunca recibieron salarios. Eran hombres con una vocación dada por Dios. Daban a la iglesia en vez de tomar de ella. Nunca existió la figura del pastor remunerado o con salario. La iglesia de Dios no es una empresa, es el cuerpo vivo de Cristo, la figura del profesional pago del evangelio es una deformación del carácter de la iglesia de Cristo, eso sería elevarlos sobre el resto de creyentes creando una casta clerical que al final compite con la jefatura que solo le pertenece a Cristo.
Pero usted dirá: Pero se requiere ese dinero del Diezmo para extender el evangelio esa es su finalidad, pero realmente eso es lo que le han hecho creer a usted. ¿Pero realmente se necesita el dinero para extender el Evangelio? ¿Realmente es necesario? A lo que yo tendría que contestar con un resonante, "¡NO! "¡NO! se requiere dinero para extender el Evangelio! Si se requería dinero, Jesús no habría enviado a sus discípulos a predicar el Evangelio sin dinero. Dos veces, no una vez, cuando Jesús envió a Sus discípulos para predicar el Evangelio, (primero a los doce y luego a los setenta discípulos - Lucas 9:1-6 y Lucas 10:1-30); Él les dijo no tomar algo con ellos para el viaje. No dinero, no zapatos extras, no ropas extras, no alimento, etc.
Aunque su sabiduría convencional diga otra cosa Jesús ordenó lo contrario. Su sentido común le dirá tomar de estas cosas pero su sentido de fe dice que usted confíe en El que le envía en tal viaje para que le proporcione y solucione todas sus necesidades, todo lo necesario para llevar a cabo la tarea. Esa es la responsabilidad de Dios. Por lo tanto, si Dios le envía en una misión o una asignación, es la responsabilidad de Dios proveerle a usted lo que necesita mientras está en la asignación. Después de todo, ésta es su asignación. De este modo, usted no tiene que venir con trucos o reclamos o estrategias mercadológicas para buscar proveerse para usted mismo.
Por otro lado toda esta parafernalia alrededor del tema del diezmo se da debido a que la iglesia cristiana no está haciendo las cosas utilizando el marco bíblico, sino que lo está haciendo bajo la figura del marketing moderno delegando todo en las manos de un dirigente mal llamado pastor el cual es una deformación de la figura del pastor bíblico, y entregándole a esta deformación o adefesio caricaturesco la responsabilidad total de la mal llamada obra de Dios relegando al creyente al ministerio de la banca. Convirtiéndolo en un dador de dinero y perdiéndose de esa manera el sacerdocio funcional que cada creyente debe ejercer para el Señor.
Así que, si no se requiere dinero para extender el Evangelio, ¿qué se requiere y cómo va el Evangelio alcanzar las partes más extremas del mundo? ¡Del mismo modo que el Evangelio nos llegó a nosotros por Jesús y Sus discípulos! ¡Del mismo modo que el Evangelio alcanzó el mundo en los días bíblicos!, por cada uno alcanzando a alguno. En ningún sitio en la Biblia usted encontrará que alguien pidió a la gente dinero para ayudar a extender el Evangelio porqué extender el evangelio es responsabilidad de cada creyente o discípulo, usted no necesita dinero para llevar el mensaje a su vecino, a sus amigos, a sus familiares y si necesita viajar a áfrica Dios le proveerá y si no lo hace es, seguramente, que Dios no lo está mandando allá. Dios le proveerá de lo que usted requiera para hacer su obra, sean equipos de audio, instrumentos, videobean, computador, internet, papel, litografía, un transporte etc, Tenga por seguro que es su obra y el proveerá.
Usted me dirá, "¡Pero Pablo pidió a los Corintios dinero para apoyar su ministerio!”. ¿Por qué dice usted que no se requiere dinero para extender el Evangelio? ¡No! Pablo no pidió a los Corintios dinero para que apoyaran su ministerio. El lo que hiso fue recordarle la promesa que ellos hicieron para apoyar a los otros santos (2 Corintios 9:5). Se supuso que el dinero sería para aliviar las necesidades de los otros santos en necesidad (2 Corintios 9:1, 12), y no para extender el Evangelio. Hay una diferencia (2 Corintios 8 y 9). Esto era similar a lo que los Cristianos Tempranos hicieron en Hechos 2:41-47 y 4:33-37.
Usted sabe que Pablo no pidió dinero para extender el evangelio y que además propuso su ejemplo de no usar su derecho a vivir del evangelio para hacerlo gratuitamente y ser un ejemplo a los creyentes porque en su primera carta a los Corintios él les escribió acerca de dar, diciendo:
“Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan. Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio” (1 Corintios. 9:11-15).
Y no solo les habló de esto a los de la iglesia en Corinto sino que también lo habló mucho más claramente en su discurso de despedida en Mileto cuando mandó a llamar a los ancianos o pastores y les dice claramente lo siguiente:
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. (Hechos 20:28-35)
Así que mis estimados hermanos aunque la biblia apoya que el que predica el evangelio viva del evangelio el apóstol Pablo o mejor el Espíritu Santo a través de Pablo mostró una gloria superior y exhortó a seguir su ejemplo y no usar ese derecho. Con relación a la mayordomía financiera, vemos que los santos del primer siglo daban con gozo según su capacidad, no por obligación ante una orden. Las donaciones, en la iglesia primitiva, eran voluntarias. Y los beneficiarios eran los pobres, los huérfanos, las viudas, los enfermos, los presos y los extranjeros. 1Co 16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 1Co 16:2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. 2Co 8:3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 2Co 8:4 pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. 2Co 8:5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios; 2Co 8:6 de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. 2Co 8:7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. 2Co 8:8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro. 2Co 8:9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2Co 8:10 Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado. 2Co 8:11 Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. 2Co 8:12 Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene. Rom 15:25 Más ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Rom 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Rom 15:27 Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. Rom 15:28 Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España.
El consejo de Pablo sobre el dar es: da según Dios te ha prosperado, según tu capacidad y tus medios. Y el objetivo de ese dinero era ayudar a los santos en necesidad no era el de construir locales o edificios que solo sirven para prosperar a estos estafadores expertos del timo.